El Gran Cañón se creó por la meteorización y la erosión producidas por el agua. Este enorme desfiladero (o cañón) fue tallado por la corriente del río Colorado a lo largo de millones de años.
La superficie de la Tierra se fragmenta por la meteorización.
Desde que existe la Tierra, la meteorización ha contribuido a moldear el paisaje. La meteorización desgasta las rocas y el suelo.
Muchas veces, la principal causa de la meteorización es el agua, ya sea en forma de lluvia o de hielo. El agua de la lluvia se cuela fácilmente por las grietas de las rocas y las aceras. Si esto sucede durante los meses fríos, es posible que el agua se congele y se expanda dentro de la grieta. El hielo actúa como una cuña y parte la roca. Es muy frecuente que las operarios de carreteras tengan que arreglar baches causados por el hielo.
El viento también puede producir meteorización. A lo largo de mucho tiempo, el viento va desgastando las rocas y llevándose pedazos diminutos a otros lugares. De este modo pueden surgir paisajes alucinantes; por ejemplo, rocas que parecen setas.
Los seres vivos también pueden causar meteorización. A veces, las raíces de una planta se abren camino entre las grietas de una roca. A medida que la planta va creciendo, las raíces ensanchan la grieta poco a poco. Con el tiempo, se desprenderán trozos de la roca y el viento o el agua se los llevará.